Le Llaman ‘El Loco De Las Botellas’, Pero Lo Que Hace Este Joven Ingeniero Te Sorprenderá

Una noble ayuda de un joven a los refugiados.

Su lema esDame tus desechos y te daré una sonrisa para toda tu vida.

Tateh Lehbib es un ingeniero saharaui que, gracias a los desechos de unos, puede ayudar a muchos. Empezó a recolectar botellas de plástico para poder darle una sonrisa a los refugiados saharauis que se encuentran viviendo en campamentos de Tinduf, Argelia.

Y lo hace con una idea de vivienda alternativa capaz de soportar las condiciones climáticas de esta zona desértica.

‘El loco de las botellas’ como le llaman, creó una idea sustentable con las botellas plásticas que son desechadas. Buscó hacer una propuesta donde se pudiera sustituir el adobe y el zinc, materiales que pueden convertir las casas en verdaderos hornos cuando arrecia el calor que llega hasta los 50 grados C. Además, esos materiales son muy vulnerables a las inundaciones; tal como ha ocurrido en los últimos años donde se han destruido cerca de 9.000 viviendas.

Para enfrentar ese problema y poder mejorar las condiciones de vida de los refugiados palestinos, que representan el mayor número desde que llegaron en 1975, el ‘Loco’ tiene que recopilar el máximo de botellas plásticas. Con ellas crea los cimientos y muros exteriores pero primero las rellena con arena, cemento y tierra con paja.

Las botellas funcionan como aislante térmico y están dispuestas en una novedosa forma circular. De igual forma se preocupa del techo que está ideado para favorecer la ventilación. La vivienda cuenta con dos ventanas que permiten la circulación del aire. Con todos estos cambios, la temperatura interior disminuye unos cinco grados.

En una entrevista al joven ingeniero, comenta queRecordé una vez un documental donde mostraban una construcción con botellas de plástico, y me dije: ¿Por qué no intentarlo?y explica que al construir las casas en forma circular, son más resistentes al viento y a las tormentas de arena que ocurren en la zona.

Tateh Lehbib es licenciado de la universidad de Argel y tiene un máster en eficiencia energética de la Universidad de Las Palmas. Su proyecto de titulación fue crear una casa más segura y confortable para su abuela. Su idea fue tan llamativa que, incluso, el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados decidió apoyarlo.

Gracias a las ventajas de las casas de Lehbib que ayudan a mejorar las extremas condiciones de vida en el desierto es que las Naciones Unidas ha aportado con 55.000 euros para que se puedan construir 25 viviendas más. Las familias beneficiadas serán de los campamentos de Dakhla, Boujdour, Awserd, Laayoune y Smara.

Mientras se busca replicar el concepto, Tateh Lehbib ha recibido el premio Personalidad del Año 2016. Con su aporte, la comunidad ya ha dispuesto lugares de acopio de botellas de plástico para poder seguir entregando una vivienda digna a las muchas personas desplazadas de sus países debido a los conflictos bélicos. Con esto se está promoviendo la sustentabilidad y el reciclaje entre toda la comunidad. Se espera que estas familias puedan vivir cómodamente mientras puedan retornar a sus hogares, lo que puede significar muchos años más. Este joven emprendedor dice “el tiempo es el único que no podemos reciclar.

¿Qué te parece esta ingeniosa idea? ¡Compártela!

 

Loading...