Para la mayoría de los deportistas profesionales, nada es más importantes que su carrera. Pero cuando se trata de la familia, se puede dejar los sueños de lado y ayudar a cumplir un sueño.
El delantero argentino, Lulo Benítez, decidió dejar el fútbol para ayudar a su sobrino quien necesita de un hígado para poder sobrevivir. Apenas tiene 9 meses de edad.
Hasta hace pocos días, el futbolista era uno de los goleadores históricos del equipo Central Larroque. Pero la noticia de su sobrino le cambió por completo el curso de su vida.
Milo es el tercer hijo de su hermana y tiene apenas 9 meses. Al nacer, los médicos se dieron cuenta que algo no iba bien y le diagnosticaron una obstrucción en los conductos que comunican el hígado con la vesícula. La única solución era trasplantarle una porción de hígado.
La primera en ser donante fue la propia madre del bebé. Pero la descartaron por estar operada del corazón, aunque eran compatibles.
Por eso el jugador se ofreció y afortunadamente también era compatible. Pero venía algo desesperanzador para él. Descubrió que después de esa operación no podría volver a jugar profesionalmente al fútbol.
Pero eso no lo detuvo.
Aunque surgieron inconvenientes en el quirófano durante la extracción del tejido, el trasplante fue un éxito. Ahora el bebé se está recuperando satisfactoriamente.
Benítez posteriormente contó a los medios que “el bebé entró muy mal al hospital, ya estaba desnutrido y de un tono verde… Pero ahora se está recuperando. Por suerte ya se encuentra mejor que yo y eso me pone feliz“.
Él mencionó que nunca va a arrepentirse de lo que hizo.
Ambos se están recuperando y están felices de haber podido salvarle la vida al niño. Además, el futbolista acaba de enterarse que será papá.
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