Casi todos los días leemos en internet historias de personas que han cambiado radicalmente su vida al dejar de lado malos hábitos, sin embargo, hay quienes se preguntan qué pasaría si se hiciera el experimento al revés. ¿Cambiaría la salud de una persona si esta decide comenzar hacer algo nocivo?
Este es el ejemplo de alguien que decidió descubrir qué pasaría si empiezas a beber un vaso de cerveza al día durante un mes.
Antes de comenzar, esta persona se sometió a una revisión médica para asegurarse que su salud estaba dentro de los estándares normales.
El experimento consiste en beber 500 ml de cerveza de 5 a 6 veces por semana, para ver cómo afectaría esto a su salud. El primer día, como se esperaba, no hubo un cambio significativo, su estado de humor mejoró notablemente.
Semana 1: A días de comenzar el experimento, comenzó a sentir dolor de cabeza a menudo, síntoma que antes no tenía. Tomó dos fotografías todos los días para documentar los resultados y al momento de compararlas notó que su rostro se volvió un poco hinchado y le salieron ojeras.
Semana 2: dormir y despertarse se volvió 100 veces más difícil. Necesitaba al menos 40 minutos para quedarse dormido y por la mañana siempre aplazaba la alarma, por lo que comenzó a llegar tarde al trabajo.
Para despertarse bien y empezar el día laboral, necesitaba alrededor de una hora y una taza de café bien fuerte.
Semana 3: sus compañeros de trabajo comenzaron a notar que estaba irritante. Muchas veces se encontraba mirando el monitor sin poder concentrarse, cuando antes podía estar sentado y trabajar 4 horas sin pausa y sin sentirse cansado. Ahora cada hora quería distraerse y a menudo observaba su reloj esperando que el día laboral se acabara.
Semana 4: antes de comenzar el experimento solía correr por las mañanas e intentó no dejar ese hábito. Sin embargo, ahora debía poner un esfuerzo enorme para alistarse y salir de su casa.
Antes, incluso en los días fríos y lluviosos corría al menos 12 km., ahora esa distancia se redujo a la mitad. Finalmente sólo corrió 5 veces, en vez de 10-14 veces como antes.
Una de las cosas que notó fue que ganó peso muy rápido, a pesar de que siguió practicando deporte, la barriga de cerveza se volvió notable a final de mes.
Para descubrir qué daño le causó a su organismo, y poder concluir el experimento, decidió acudir al médico. Resultó que debido a la saturación de los vasos sanguíneos apareció la falta de aliento y el rostro se veía hinchado. La barriga apareció debido a las fallas en el funcionamiento del sistema endocrino, y el insomnio, por los problemas con los riñones.
Lo que aprendió del experimento
- Su aspecto físico empeoró. En una semana le salieron ojeras y bolsas debajo de sus ojos. Su rostro se volvió pálido e hinchado y se empezó a formar la barriga de cerveza.
- La calidad del sueño empeoró. Dormir y despertar se volvió más complicado. Incluso después de pasar 9 horas en la cama se sentía cansado.
- Fue más difícil trabajar. Debido a los trastornos del sueño, se volvió irritable. Empezó a tener problemas de concentración, y sus fuerzas se desvanecieron.
- Empezó a tener problemas de salud. Sus normas deportivas bajaron 2 veces. Debido a los problemas vasculares sentía que le faltaba el aliento y se le aceleraba el ritmo cardíaco. Y durante el día le dolía la cabeza porque dormía mal.
Muchas veces pensamos que un vaso de cerveza no le hace mal a nadie, sin embargo y aunque cada persona reacciona de manera diferente al alcohol, sabemos que sí provoca cambios en la salud de las personas si se consume de manera diaria. Esperamos que este experimento te haya servido y que compartas esta nota con tus amigos.