Esta bebida, llamada Mate, es muy popular en algunos países de Latinoamérica como Uruguay, Argentina y algunas regiones de Brasil, Bolivia y Paraguay. Prácticamente no pueden concebir su día sin él.
La forma de prepararlo es con yerba y agua caliente y se toma a través de una bombilla que cumple la función de filtro. Esta infusión puede acompañarse con alguna comida o beberse solo. Por sobre todo, el mate es un ritual, ya que se bebe y se comparte entre varias personas y es por esto también que se ha convertido para muchos en un hábito.
Recientemente, se volvió viral un vídeo en el que un hombre llamado Eugenio Maldonado muestra cómo cuela la yerba y desecha el polvillo que, al ser pesado, representa más de la mitad del contenido de un paquete recién comprado. Todo esto gatilló un debate acerca del consumo del mate y acerca de cómo puede la yerba afectar a la salud de quienes la consumen.
Existen algunos expertos en la materia que aseguran que el polvillo es un componente fundamental de la yerba que le brinda espuma al mate, pero que hay que diferenciar entre aquel que proviene de la hoja molida y el que es resultado de la manipulación de la molienda en general.
Lo que sí sabemos es que la yerba mate no hace mal a la salud en sí misma. Lo que sí debemos tomar en cuenta es que la calidad de la yerba importa, el modo en que se procesa y la manera en que se toma.
Algunos nutricionistas, además, dicen que no es bueno que las personas con problemas hepáticos o estomacales lo consuman.
La yerba natural no tiene contacto con insecticidas, plaguicidas o agrotóxicos, muy comunes en el desmalezamiento de los yerbales. No está expuesta a métodos o agregados artificiales. Reduce la acidez. Intensifica su gusto. Tienen un tiempo de estacionamiento adecuado y natural. No es producto de la explotación de los trabajadores, ya que muchos tareferos (que son quienes cortan manualmente las hojas de yerba) trabajan en condiciones laborales infrahumanas.
Desafortunadamente, conseguir productos orgánicos no es tan sencillo, ya que el modo de producción hace que su volumen no sea masivo y además su costo siempre es más alto.
Si experimentas problemas estomacales o intestinales, podrías cambiar tu yerba por una orgánica que consigas en una tienda local naturista y también sumándole además algunas hierbas medicinales como la manzanilla o el poleo.
Cualquiera sea el caso, trata de limitar su consumo y dejarlo para un momento del día en que puedas disfrutarlo tranquilamente y sin complicaciones.
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