Los callos o callosidades se han convertido en uno de los problemas más comunes tanto de la piel de los pies como también de las manos. De hecho, son una de las afecciones más frecuentes, sobre todo en nuestros pies. Estas durezas consisten básicamente de capas de piel engrosadas o capas gruesas de piel endurecida cuya función, aunque no lo creas, es proteger la zona donde aparece.
En la mayoría de las ocasiones la piel se muestra gruesa, muy endurecida, la cual puede ser a su vez seca y también escamosa. Además, dependiendo de la gravedad de la callosidad en cuestión es igualmente posible que surja dolor o que la piel sangre.
Tratamientos caseros para tratar los callos
1. Zumo de ajo
Los beneficios del ajo son incontables. En este caso, nos interesan sus propiedades antiinflamatoria, cicatrizante y antiséptica.
Ingredientes
- 1 diente de ajo
- 1 cucharadita de aceite de oliva (5 g)
Elaboración y aplicación
- Pica el ajo en 4 trozos.
- Ponlos en el mortero y májalos.
- Añade el aceite para formar una pasta.
- Esparce el tratamiento sobre la zona y cúbrela después para protegerla.
2. Puerro y vinagre
Además de ser un estupendo alimento para mantenerse en forma, su alto contenido en vitamina C convierte al puerro en un gran aliado para nuestra piel.
El vinagre de vino es un gran desinfectante, por lo que ambos productos se complementan a la perfección.
Ingredientes
- 1 vaso de vinagre de vino (200 ml)
- ½ puerro
Utensilios
- Una espátula no cortante
Elaboración y aplicación
- Verter el vinagre en un vaso y deshoja el puerro.
- Introducir el puerro en el vinagre y dejar que macere durante 24 horas.
- Pasa las hojas de puerro por la zona afectada para suavizar el callo y que se desprenda poco a poco.
- Utiliza la espátula sin ejercer mucha fuerza: piensa que el preparado tiene que servir para deshacernos de la dureza sin esfuerzo y sin dolor.
- No te olvides de cubrir el lugar afectado para evitar infecciones.
3. Infusión de manzanilla
Como sucede con el ajo, la manzanilla es un antiinflamatorio ideal para este problema, sobre todo porque también funciona como anestésico. Por tanto, si eres más sensible al dolor, este es tu remedio.
Ingredientes
- 12 tazas de agua (3 litros)
- 2 tazas de flores de manzanilla o 12 saquitos (120 g)
Utensilios
- Un cubo donde quepan los pies
Preparación y aplicación
- Pon el agua a calentar junto con los saquitos o las flores de manzanilla.
- Cuando la infusión esté hecha, retira los saquitos, o cuela las flores.
- Vuelca el líquido resultante en el cubo y mete los pies: debe estar caliente, pero sin llegar a quemar.
- Cuando se enfríe el preparado, puedes sacarlos.
- Repite varios días hasta acabar con los callos.
Si lo vas a usar en las manos en otra zona, puedes ayudarte de una gasa.
4. Pétalos de caléndula
La caléndula no solo hidrata y suaviza la piel, sino que, además, es antiinflamatoria y cicatrizante.
Este preparado también es efectivo contra el acné u otras imperfecciones de la piel, así que vamos a darte las indicaciones para que prepares una buena cantidad de la misma.
Ingredientes
- 3 vasos de aceite de oliva (600 g)
- 1 taza de flores de caléndula (60 g)
- 3 cucharadas de cera de abejas (45 g)
Utensilios
- Un filtro
- Un recipiente de cristal
Elaboración y aplicación
- Macera los pétalos de caléndula en el aceite durante 40 días.
- Pasado este tiempo, cuela el aceite y caliéntalo a baño María.
- Cuando esté caliente, agrega la cera y sigue calentando hasta que se disuelva.
- A continuación, ponlo en un recipiente de cristal, o en varios, con rapidez, para que no se solidifique.
- Deja que se enfríe.
- Aplica la crema para tratar los callos con suavidad.
Atrévete a probar algunos de estos remedios caseros y verás cómo se suaviza tu piel.