Elizabeth Alexandra Mary Windsor nació en Londres el 21 de abril de 1926 y es la actual monarca británica y reina de los dieciséis Estados que pertenecen a la Mancomunidad de Naciones: Reino Unido, Canadá, Nueva Zelanda, Australia, Barbados, Granada, Bahamas, Papúa Nueva Guinesa, Tuvalu, Islas Salomón, San Vicente y las Granadinas, Santa Lucía, Belice, Antigua y Barbuda y San Cristóbal y Nieves. En esos países ella es la principal figura política y tiene funciones constitucionales importantes, además de que los representa a nivel internacional y mantiene la unidad entre los británicos.
También es la dirigente de la Iglesia de Inglaterra. Aunque ésta pierde adeptos anualmente, Isabel II no puede cambiarse de religión ni tener unas creencias diferentes, o al menos no puede hacerlo público si no quiere que le cueste el puesto de dirigente.
Fue coronada en 1953, un año después de morir su padre, el rey Jorge VI, y las celebraciones fueron las primeras en ser televisadas. Se trata de la reina más longeva de la Hisotira y la primera en conmemorar el jubileo de zafiro, celebrado en 2017, después de los de plata, oro, y diamante.
Estos son algunos de los privilegios de los que goza Isabel II por ser reina de Inglaterra, y de los que disfrutará el próximo rey que la suceda después de su fallecimiento.
1. La reina de Inglaterra puede viajar sin llevar pasaporte.
Es la única ciudadana británica que no tiene uno y que puede moverse sin ir identificada, porque no le hace falta, es la dueña de una sexta parte del mundo y todo el mundo la conoce. La razón de que no necesite pasaporte está, en realidad, en que todos los pasaportes británicos se emiten en su nombre, tanto los de humanos como los de animales.
2. Isabel II no necesita carné de conducir ni recibir clases en la autoescuela para poder llevar un vehículo.
Esto se debe a que las licencias de conducir británicas se expiden a nombre de la reina, así que no necesita ninguna para poder conducir cualquiera de sus coches. De hecho, durante la II Guerra Mundial, llegó a conducir ambulancias, y no, no había recibido clases de ningún tipo en una autoescuela. Lo que no dudamos es que sepa sobre vehículos, ya que durante la Guerra trabajó como mecánica en el ejército.
3. La reina de Inglaterra es dueña de todos los esturiones, ballenas y delfines que poblan las aguas que pertenecen al Reino Unido.
Por un decreto del año 1324, dado a conocer durante el reinado de Eduardo II, estos animales son reconocidos como peces reales, y si son capturados dentro de los cinco kilómetros de las costas británicas, la Corona puede reclamarlos.
4. Le pertenecen todos los cisnes que no estén marcados o identificados por ningún dueño en particular y que vivan en el Río Támesis.
Anualmente se realiza un censo en el que se les coloca a los cisnes un distintivo para contarlos. Si a la Reina le apetece tener uno en Palacio, puede hacerlo, y también puede ordenar que uno de sus cocineros le prepare uno. Esto, para el resto de personas del mundo, es ilegal, ya que están protegidos.
5. La reina puede sacar dinero sin ir al banco, ya que tiene un cajero automático instalado en el sótano del Palacio de Buckingham.
De ese modo, la Familia Real puede sacar dinero de su cuenta bancaria. El cajero está administrado por un banco inglés muy prestigioso y exclusivo, Coutts.
6. Isabel II tiene poderes importantes sobre los países que forman la Commonwealth, puede despedir a todo el Gobierno australiano o disolver el Parlamento canadiense.
De este modo, tiene derecho a tomar decisiones que influyan a los Gobiernos de Australia, Nueva Zelanda, Barbados, Las Bahamas, Jamaica, Belice, Papúa Nueva Guinea y todos los demás que estén bajo su mando. De hecho, en el año 1975, un representante en su nombre despidió al Primer Ministro de Australia por aquel entonces.
7. Está exenta de pagar impuestos, por lo que es la única ciudadana británica que no tiene por qué hacerlo.
Sin embargo, públicamente consta que paga sus contribuciones como si fuese una ciudadana más desde el año 1992.
8. La reina Isabel II puede cometer cualquier delito, es totalmente impune ante la ley.
Igual que ocurre con las licencias de conducir y los pasaportes, es ella quien expide los demás documentos oficiales, entre ellos los arrestos y testimonios durante procesos legales. En teoría, ella no puede arrestarse a sí misma, por lo cual, si cometiese un asesinato, sus únicos problemas serían con otros países del mundo y con los ciudadanos británicos por razones éticas. Además, tiene derecho a guardarse todo tipo de información y no dar declaraciones de nada a nadie aunque sean temas delicados, no se les puede exigir información ni a ella ni a nadie de la Familia Real.
9. La reina tiene derecho a celebrar su cumpleaños dos veces.
Una en el día que verdaderamente le corresponde, y otra en una fecha oficial. Isabel II nació el 21 de abril, con lo que en ese día puede formar una celebración y ser felicitada. En cambio, el cumpleaños oficial se celebra un sábado de junio en el que haga buen tiempo. Sí, las cuestiones climáticas son la razón por la que surgió esta tradición, ya que Inglaterra es un país lluvioso y en verano hace mejores días.
10. La reina de Inglaterra tiene un poeta propio.
Su nombre es Carol Ann Duffy y ocupará el puesto hasta 2019. En ese año, se elegirá a otro autor o autora del Reino Unido que la sustituya en el cargo. El salario del poeta personal es un barril de jerez, por lo que se trata de una posición honorífica y no de un trabajo real. Los requisitos que debe reunir el poeta elegido son: ser británico y haber aportado algo valioso a la literatura del país.
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